
MOVILIDAD EFICIENTE Y SOSTENIBLE
El transporte es el sector que más energía consume en España, alcanzando un 40% del total nacional. Solamente los turismos representan el 18% del consumo energético total de nuestro país. Y del parque total de automóviles, tan solo algo más del 5% se nutre de fuentes renovables.
En las ciudades, la movilidad se caracteriza por la dependencia del coche, que consume mucho espacio y energía y tiene importantes deficiencias en tres ámbitos: el económico (un alto coste del transporte), el social (genera exclusión social y territorial) y el medioambiental (afecta a la calidad del aire y a la salud de las personas). Si a esto añadimos la congestión del tráfico, se traduce en más tiempo perdido en desplazamientos, más energía desperdiciada y un aumento del estrés, el cansancio y la irritabilidad.
Es necesario fomentar un uso más racional del coche, reducir la necesidad de desplazamientos e incentivar el uso de modos de transporte más eficientes. Estos son, por orden, el desplazamiento a pie, la bicicleta o el patinete, el transporte público y, en último lugar, la moto y el coche privado.
Son tres los pilares fundamentales de la transición energética hacia un transporte más eficiente y sostenible:
- Una movilidad urbana con menos dependencia del coche, que reduzca el consumo de combustibles fósiles y el impacto medioambiental y recupere los espacios para el ciudadano.
- La progresiva electrificación de los vehículos: bicicletas, patinetes, motocicletas y coches eléctricos, enchufables y de pila de combustible (para ello se han desarrollado los planes MOVES).
- La conducción eficiente. Si no queda más remedio que usar el coche, al menos hacerlo sin derrochar combustible.
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Movilidad:
La movilidad eficiente y sostenible es el desplazamiento de personas y mercancías de forma eficiente (es decir, logrando los mismos resultados con el mínimo posible de recursos) y sostenible (que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos y sin causar grave daño al medio ambiente). La movilidad urbana se refiere a los desplazamientos que se producen en la ciudad.
CONSEJOS PRÁCTICOS
PARA LA MOVILIDAD URBANA
- Usa el transporte público o comparte coche con vecinos y compañeros de trabajo. Casi siempre existen alternativas; si puedes, evita viajar en coche.
- Para distancias cortas, es mucho más eficiente y saludable desplazarse a pie o en vehículos sostenibles, como la
- Las calles sin tráfico mejoran las relaciones sociales, impulsan la interacción vecinal y benefician a la economía.
- Limitar la velocidad a 30 km/h en el interior de la ciudad pacifica la circulación y disminuye el riesgo de accidentes y atropellos.
- Restringir el acceso de los vehículos más contaminantes al centro de las ciudades es beneficioso para todos. Mejorar la calidad del aire es una necesidad real y una obligación.

Se calcula que caminar 25 minutos al día nos añade hasta siete años más de vida. Y que pedalear 8 kilómetros en bici para ir al trabajo cuatro días a la semana evita 750 kg de emisiones de CO2 anuales.
CONSEJOS PRÁCTICOS
DE MOVILIDAD ELÉCTRICA
- Aprovecha las ayudas directas (Plan MOVES III) para adquirir vehículos eléctricos e híbridos enchufables, así como para instalar puntos de recarga.
- Cada vez existen más vehículos sostenibles: coches, motos, bicicletas y patinetes eléctricos son buenas alternativas para moverse por la ciudad.
- Además, son medios de transporte silenciosos, libres de emisiones, fiables y sencillos de mantener.
- Piensa en el medio ambiente: la concienciación ha generado un cambio cada vez más a favor de la movilidad sostenible en los ciudadanos.

Un automóvil eléctrico gasta mucho menos que uno convencional. Aunque las comparaciones varían oscilan en función de los precios de la electricidad y del litro de combustible, de media recorrer 100 km cuesta unos 2 € en un coche eléctrico, ¡seis veces menos que uno de gasolina o diésel!
CONSEJOS PRÁCTICOS
PARA UNA CONDUCCIÓN EFICIENTE
- Apaga el motor en paradas que duren más de 60 segundos (si tu coche no lo hace de forma automática).
- Arrancar es fundamental para ahorrar. No des acelerones ni esperes a iniciar la marcha tras el arranque.
- Usa la 1ª marcha solo para empezar a moverte y cambia a 2ª tras un par de segundos.
- Las marchas largas son esenciales para ahorrar carburante. Cambia cuanto antes y circula a pocas revoluciones.
- Haz rápidamente los cambios de marcha. Evitarás perder velocidad y tener que volver a acelerar.
- Si conduces un coche de cambio automático con distintas opciones, escoge el modo económico.
- Mira la carretera lo más lejos posible para anticipar frenadas o aceleraciones.
- Mantén una velocidad constante, evitando pérdidas de energía cinética y aprovechando al máximo las inercias del vehículo.
- Para decelerar, deja rodar el coche con la marcha engranada en ese instante para después frenar. Si las condiciones de conducción lo permiten, es mejor detener el coche sin reducir.
- Evita las aceleraciones bruscas y las altas revoluciones (procura no pasar de 2.500 rpm en un coche gasolina y 2.000 en uno diésel).
- Revisa la presión de los neumáticos: si es muy baja consumirás más.
- No dejes instaladas bacas, portaequipajes, cofres… Móntalos solo cuando los necesites.


Fuentes de los datos: IDAE y otros organismos oficiales